Un reportaje sobre rincones de té e infusiones

La tienda de té e infusiones Te quiero más, ubicada en la calle Mayor en Tarragona, es un rincón de paz y armonía

Es un lugar de mucha energía positiva que invita al visitante sentarse, conversar tranquilamente con la dueña y luego irse llevándose un pedazo de esta espiritualidad peculiar.

La tetería de Montse Brandi, de 62 años, tiene un nombre más que lindo: se llama Te quiero más. “Lo puso un amigo mío para un San Valentín. Él hizo las pinturas que había antes en la cristalera”, empieza su relato esta mujer creativa nacida en Argentina, cuya madre es de Barcelona y el padre, de Móra d’Ebre.

Llegó a Cataluña con diecisiete años, en el lejano 1973. A la pregunta de dónde le viene la cultura por el ritual de las infusiones, responde sencillamente: “Será por la pasión, porque en mi familia nadie se dedicaba a esto. Mi padre era fontanero”, narra emocionada acerca de los inicios de su tienda a la que en la ciudad le tienen mucho cariño, y uno enseguida se da cuenta de que tiene delante a una mujer luchadora de un don espiritual.

Después de haber trabajado en el puerto de Tarragona, a los cuarenta años ella decide “montar la maravillosa tienda de té”, llamándola cariñosamente “mi segunda casa”. El trato aquí es más que amistoso, ya que los primeros clientes eran amigos íntimos de Montse. Recordando aquellos tiempos, esta valiente emprendedora los define como sus “andaduras sola. En Argentina hay mucha cultura en tomar mate”, cuenta que la infusión de esta planta aromatizada que vende es muy buena fría y con limón. Su consejo es preparar la infusión y dejarla en la nevera un rato antes de tomarla...

Una sabiduría con aromas e infusiones 

Uno se siente cómodo en Te quiero más, donde cada objeto y detalle siguen el orden de paz y armonía según la poderosa filosofía china Feng Shui. Mientras está preparando infusiones para darme la bienvenida, Montse explica gustosamente acerca de la situación de los cuadros y los souvenirs en forma de ángeles y corazones, colocados con la ayuda de un amigo suyo, especialista en este arte ancestral. Los colores y los aromas han convertido la tienda en un rincón singular en el que es fácil charlar y ser sincero. “Propongo siete tipos de café y ocho tipos de infusiones”, dice la dueña, y muestra una diversidad de complementos de té, entre los cuales se hallan: tazas originales, cajitas coloridas para regalos, caramelos de jengibre por 3,90 euros 100 gramos y teteras hechas de varios materiales de las que la más cara se puede comprar por 35 euros. Casi todos son productos de España.

Lo que más buscan los clientes es el té verde. Montse no toma café; prefiere las infusiones. “Me revitalizan sin ponerme nerviosa”, dice ella. No obstante, de aquí los clientes se pueden llevar también el café molido. “Vivimos momentos difíciles y necesitamos un rincón donde estar cómodos”, afirma ella, y narra que siempre le hace la bienvenida a un cliente nuevo proponiéndole una tacita de las aromáticas infusiones frías que tanto apetecen en verano.

Mientras conversamos, entran algunas de sus amigas, y la cara de la dueña se anima enseguida. “Nos conocemos desde hace años. A muchas de ellas les he visto embarazadas, alegres, tristes...”, dice con cariño que su negocio forma parte de la vida de la ciudad aportando el granito de arena para su prosperidad. Su sabiduría está basada en vivir feliz cada día. “El mundo del té es una filosofía”, relata que empieza su día con una vela blanca sin aroma y un incienso Blue Angel, de la Casa Corderet. Abrió la tienda porque “tenía necesidad de ser creativa” y cree infinitamente que “tenemos que ser felices dentro de la supervivencia”. Su secreto para ello se esconde en comenzar la nueva jornada dedicándole el tiempo y el espacio necesarios al desayuno, porque esto es como si saludaras al mundo: “Aquí estoy”. Por ello, lo primero que hace cuando entra en Te quiero más, es poner la tetera. Los compradores saben que la pueden encontrar aquí siempre, incluso sábado y domingo por la mañana, ya que cierra solo al mediodía.

Antes de despedirnos, le pido que cuente cuál es su receta para las ricas infusiones que prepara. Contesta así: “Calentar el agua hasta hervir y añadir una cucharita de infusión o té. Dejar reposar de 2 a 5 minutos”. Desvela otro detalle: si la infusión la vamos a tomar fría, el gusto será increíble si previamente añadimos en la cubetera de hielo en la nevera un poco de nuestro licor preferido o zumo de limón... ¡Exquisito!

Foto: cedida