Un reportaje sobre talleres de arte

Un taller de pintura tarraconense  y sus verdaderos artistas

Gabriela Cocaño y Eduardo Daniel Sánchez son dos artistas que con orgullo cuentan su experiencia como profesores de pintura en su taller Dabigom, en la calle Méndez Núñez en Tarragona. Gabi es de aquí, y su marido Dani nació en Argentina, pero es de padres emigrantes de España. Lleva ya veinticinco años en Tarragona. “Abrimos el taller en 2004”, cuentan. Siendo los dos autodidactos, pero llevando el arte en las venas: su padre ha estudiado Bellas Artes, y a la madre de Gabi “le encantaba la pintura”. Los padres de Dani se dedicaban a la música y a la danza inculcándole de pequeño la pasión hacia el arte en general.

“Estudié enseñanzas en la Universidad de Rovira i Virgili”, explica ella su afición a la docencia. Su marido es un artista innato; ha hecho murales en Salou y Tarragona, también paredes en varios locales y murales infantiles. Los dos están orgullosos de la actividad que tienen en Dabigom dedicando todo su amor a las bellas artes, a través de sus alumnos, divididos en grupos por edades. Relatan con satisfacción de los éxitos que han tenido muchos de ellos, entre los cuales: Mariona Peris, de 21 años, ha visitado el taller antiguamente, ahora frecuenta un curso de Realismo en Barcelona, y Anita Martínez, de veintiséis años, que estudió Fotografía después del taller. “Muchos de los niños que vienen aquí luego eligen estudiar Bellas Artes”, expone contenta la pareja. Algunos de ellos quedaron entre los premiados en el Concurso de Pintura Rápida el año pasado, algo que los dos profesores exponen animados y con gran satisfacción. Al visitar las clases, algunos adolescentes escogen en su momento bachillerato artístico.

Una apasionante creatividad 

“Dejamos toda la libertad a nuestros artistas”, dice Gabi. Añade que al inicio de cada clase a los alumnos se les dejan unos cuantos minutos, para que hagan un dibujo rápido que luego cuidadosamente guardan en carpetas. Los futuros pintores pueden llevarse a casa su obra si quieren. Por cierto, después de haber pasado la necesaria crítica  analítica de cómo y por qué se ha interpretado el tema sobre el papel. Se ve que algunos tienen mucho talento, y a estos jóvenes se les exige más y se les hace que desarrollen todo lo mejor posible que llevan por dentro. Es cuestión de organización y motivación, algo que Gabi y Dani entienden perfectamente y procuran inspirarlo en los niños. “Tienen lluvias de ideas”, enseñan entusiasmados la espectacular variedad de obras que se elaboran aquí. Las  pintorescas esculturas, los artísticos dibujos y la actual manera de hacer arte reciclando, esto es solo una parte de las actividades organizadas con visible pasión y creatividad.  

“Nuestro hijo no es pintor”, sonríen. “Es politólogo, de 24 años”. De pequeño, él también venía a pintar en el taller, pero luego eligió otra carrera, aunque, afirman, es un gran admirador del arte.

Gabi es una mujer bastante abierta al mundo de las bellas artes; siendo ella misma una persona muy activa, ha hecho módulos de joyería en la Escola d’Art i Disseny de Tarragona. Tiene premios en concursos del Centre Cívic de la ciudad. Dani ha expuesto sus obras en exposiciones colectivas en Tarragona. Actualmente hace retratos por encargo. De hecho, en el taller se pueden disfrutar varios que ha colgado en las paredes. “Me encanta trabajar con el pastel”, dice. Entre sus exposiciones individuales destaca la llamada Gatos, en técnica pastel. 

El trabajo en Dabigom lo tienen bien organizado: Gabi lleva los grupos de los alumnos entre 4-14 años, y él, el de los adultos, a partir de los 18 años. Y tienen contratada a una profesora más que enseña a los demás. “Me gusta mi trabajo”, relata Gabi. Dedica toda su experiencia a ello. Años atrás se llevó a algunos alumnos a que participaran en el Concurso de Pintura Rápida en Tarragona. Quedó segunda en el de adultos, y dos de sus jóvenes participantes ganaron el Primer premio y el Segundo, en el sector infantil. Su orgullo es muy sincero hablando de aquel momento. “Intento potenciar y exigir, y que todos pasen por más técnicas posibles”, concluye contando el agradable secreto de que ya tienen enlaces para proyectos y futuras colaboraciones con talleres similares en la provincia de San Juan en Argentina, de donde proviene su marido. La positiva idea de intercambio entre los dos países no tiene otra alternativa que adelantar en un camino de prosperidad y éxito.

Foto: cedida